-no se ya debería haber llegado.
-es muy descortés que no llegue a tiempo y nos haga esperar dijo su padre Mario.
-sabes que padre voy a buscar el vino, si llegan le dicen que ya vengo que estoy en el sótano.
Mientras me aleja pude oír como murmuraban el mal gusto que tengo para los novios moví mi cabeza al parecer nada les hace feliz si no esto es lo otro no se conforman con nada.
Baje las oscuras escaleras del sótano ahora recuerdo porqué no quise venir mas.
Flashback
iba bajando las escaleras todo estaba igual de oscuro me acompañaba Vladimir.
-este lugar es tenebroso.
- déjame tocar la pared para encontrar el interruptor.
-sabes a mí me gusta cuando niña jugaba aquí.
-¿te gustaría jugar?
-¿Qué juegos? dije mirándolo inocentemente y mordiéndome el labio.
Me arrincono contra la pared y me modio la oreja, fue bajando dándome besos a mi cuello hasta llegar a mis hombros y lo mordió solté un gemido.
-por ese sonido debo suponer que te gusta.
Esto era guerra yo no me iba dejar ganar.
Lleve mis manos a su cuello fui deslizando con suavidad por su cuerpo hasta rozar mi objetivo lo acaricie con suavidad y después volví a subir la mano hasta su pecho y bese con suavidad sus labios.
-esa es tu jugada gatita, porque yo apenas y empiezo a jugar.
-no es solo un pequeño aperitivo soltando una risa.
Fin Flashback.
Yo había salido adelante eso era parte de mi pasado y mis errores ahora estaba con Ricardo pacifico y corriente nada emocionante, pero tampoco peligroso.
Seguí bajando las escaleras y pude ver que la ventana estaba abierta, fui a cerrarla si iba entrar un ladrón por lo menos no se lo íbamos a poner tan fácil o un gato era alérgica a esos animales, camina hacia la bodega y saque el vino merlot, ya que era perfecto para el asado negro.
Cuando iba saliendo de la bodega tropecé con algo me agache para ver que era ¿Una caja de regalo?¿esto no estaba aquí?, la levante con cuidado era marrón claro y con un lazo muy navideño, tenía una nota.
Aquí está tu presente para que no me olvides ni me cambies de nuevo, una ofrenda para que regresemos.
Abrí la caja con cierta duda preguntándome que me habría dado, mis ojos no podían creer lo que veían la cabezzzza de Ricardo, deje caer la caja y fui alanzar un grito de horror cuando una mano me tapo la boca.
Fin
Aviso NO ODIO LA NAVIDAD Ni LOS REGALOS, es mi fechaba favorita del año primero que mi cumpleaños, fue una inspiración que me vino con un relato que lei y no pude dejar la historia en mi cabeza.
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